Las personas que necesitan esta esencia se encuentran abotargadas, letárgicas, con digestiones pesadas. Parece que a veces intentan “drogarse” con la comida, para no ser conscientes de sus actos y de su mundo. Es como si su parte física y mental-espiritual estuviesen en conflicto y cada una tirase para un lado.
La esencia aporta claridad y rapidez mental, al mismo tiempo que despierta e intensifica el estado de alerta. Enfría los órganos, especialmente el hígado.
PEPERMINT, trae una gran energía sanadora y equilibrante y estimula las fuerzas del pensamiento, permitiendo que éstas tengan también una cualidad digestiva.
El efecto “refrescante “de PEPERMINT, radicaría en esa cualidad que aporta el estar consciente del “aquí y ahora”que siempre han proclamado los místicos y los filósofos y que es aquello que nos libera de ser gregarios y tomar consciencia de nuestra esencia y de nuestra peculiar manera de SER y de ESTAR en el mundo.
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